En los años 30, al menos en todas las ganaderías que conozco en el Sur, existía la figura del hombre que se llamaba cabestrero. Conocí a uno llamado Antonio Aguilar. Cuando el traslado de la ganadería de Veragua desde el Molinillo en Toledo, al sur, tardó unos 40 días de recorrido en su viaje. El cabestrero iba cuidando que sus bueyes fueran al paso recomendado, ni muy ligero, ni muy despacio, según la resistencia de los becerros que iban todavia mamando. El cabestrero además preparaba la comida de los otros vaqueros durante el trayecto.Movie Passengers (2016)
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El Conocedor
El conocedor o mayoral debe ser un caballista consumado. Yo recuerdo de niño a los grandes hombres que dirigían las faenas ganaderas de antaño. Los Mateos, de Miura. Los Ojeda y Salas, de Jandilla. Los Muñoz, de Pablo Romero. Los Cid, de Murube. Y el famoso Pelele, de esta rama familiar que fue un garrochista de tronío. Hace poco estuve en su entierro y le contaba yo a uno de mis hijos la hazaña que le vi hacer en uno de los tentaderos de machos del Conde de la Corte, allá por los años 50.