Es un espectáculo muy interesante sobre las labores cotidianas en las fincas ganaderas de Andalucía, bonito, sencillo, con la elegancia y sobriedad que rodea a estas grandes explotaciones. No se ve nada artificial. Impresiona ver correr a los toros de lidia por la dehesa, acercándose al escenario. La música es muy apropiada y los caballos verdaderamente preciosos.